CRONICAS SOBRE LA MENTALIDAD BELICISTA EN COLOMBIA. Lectura para el grado Noveno.


La guerra ha sido una constante de la historia colombiana de los siglos XIX y XX, como se evidencia con el recuento de los cruentos conflictos civiles que asolaron al país desde el periodo de la "Patria boba" hasta la guerra de los Mil Días (1899-1902), así como de las sucesivas oleadas de violencia que desde mediados de la década de 1940 han ensangrentado gran parte del actual territorio nacional. Teniendo en cuenta el trasfondo bélico de nuestra historia, las Ciencias sociales, y en particula la Historia, tiene ante sí un inmenso laboratorio de problemas para examinar las razones de larga duración que explican su proyección hasta el día de hoy. Sin embargo, la moderna historiografía colombiana ha privilegiado el estudio de la violencia de los últimos sesenta años, descuidando el análisis de las guerras civiles del siglo XIX. En efecto, sobre las nueve guerras civiles generales de ese siglo, así como sobre los innumerables levantamientos locales y regionales, existen muy pocos estudios, tal vez con la excepción de la guerra de los Mil Días, que mereció cierta atención recientemente con motivo de su primer centenario.
Esta carencia historiográfica pone de manifiesto la importancia de los estudios relacionados con nuestras guerras civiles, con más veras en un momento en que el actual presidente de la república sostiene sin ningún rubor, que aquí y ahora no existe un conflicto interno y que, mucho menos, está relacionado con problemas históricos nunca resueltos (como el monopolio terrateniente del suelo, para mencionar el más evidente). El estudio histórico con profundidad de nuestras guerras civiles debería servir para pensar en los problemas de nuestro tiempo con una perspectiva amplia e inscrita en el ámbito de situaciones políticas, económicas, sociales y territoriales que, guardando las debidas proporciones históricas, deben tener alguna relación con lo que acontece en la actualidad, lo que debería ayudar a superar las posturas mesiánicas que suponen que la historia empieza de cero y que antes del "redentor" de turno no ha existido algo digno de ser tenido en cuenta que haya originado los problemas del presente y que contribuya a explicarlos y a entenderlos.