EDITORIAL: TERCER PERIODO.

todos los imperios del futuro, serán imperios del conocimiento, y solamente los pueblos que vislumbren como generar conocimientos y protegerlos lograran avanzar en el progreso”. Fernando Roig.
Hace poco mientras deambulaba inquieto navegando por las redes infinitas del internet, me toque de sorpresa con un interesante artículo escrito por Fernando Roig,  profesor emérito de la facultad de comunicación de la Universidad de Palermo en Argentina. En dicho artículo el profesor mencionado argumentaba que la educación no debe limitarse simplemente al acto de la comunicación llenando los espacios vitales en el aula de mera palabrería, sino que requería además de un verdadero esfuerzo de quienes nos dedicamos a la enseñanza en donde el epicentro es el alumno y sobre el recae todo el peso de nuestra vocación  y por lo tanto en el compromiso de buscar las estrategias pedagógicas que permitan no solo conjugar el verbo transmitir, sino además agregar a este accionar, el adjetivo calificativo de la verificación y la percepción en el estudiante.
Todo lo anterior, involucra un proceso de enseñanza fundamentada en el aprendizaje significativo, pues el ejercicio de enseñar en el aula solo contenidos no garantiza de ninguna forma que nuestros estudiantes vivifiquen, se identifiquen y se apropien para sí de esos conocimientos; por lo tanto si no hacemos que nuestros jóvenes vivencien lo aprendido fuera del aula,  en una cultura pos áulica, simplemente estaremos siendo maestros seculares sin protagonismo  y compromiso con  el estudiante, simplemente seremos transmisores de conocimientos vacíos que no se experimentan en el accionar diario del estudiante.
Debemos entender que exigencia académica es una obligación que nos debemos imponer, primero  a nosotros mismos como maestros antes de imponerla a nuestros estudiantes,  si realmente nuestra intención es que un alumno no solo se acerque a un nuevo saber, sino que realmente lo asimile y lo incorpore a su vida, primero universitaria y luego profesional.

La exigencia académica no debe verse, como espanta alumnos, como enemiga de la continuidad o no, del alumno en el aula, la exigencia académica sí debe verse como enemiga del discurso pragmático. Un verdadero proyecto pedagógico se sostiene con docentes académicamente  formados y actualizados que comprendan el verdadero compromiso que implica formar a un individuo tanto a nivel intelectual como a nivel moral, por medio de una pedagogia humanizadora, y de lo que de ellos se espera en ese desafío que es la vida universitaria.
Nuestro colegio consiente de esta necesidad, transforma su metodología de enseñanza, innovando la estructura pedagógica entendiendo que los nuevos paradigmas no dejan a un lado la exigencia como el único criterio valido, histórico que ha posibilitado el conocimiento.
Bienvenidos estimados alumnos al tercer periodo académico, donde las innovaciones pedagógicas y metodológicas nos podrán en el derrotero de los nuevos escenarios del conocimiento. 
Libardo Riaño C
Docente